Posted: 1/23/2017
El equipo automatizado procesa 2948 toneladas de ropa sucia por año
Es posible escuchar el ruido de la maquinaria y detectar el aroma de los productos de limpieza mucho antes de entrar al departamento de Servicios de Lavandería que se encuentra debajo del antiguo Parkland Memorial Hospital.
Allí más de 60 empleados supervisan los grandes equipos que clasifican, lavan, secan, planchan y doblan la ropa de cama, las batas, los uniformes médicos, las toallas y otra ropa blanca indispensable para el funcionamiento del enorme sistema del hospital. Además de ir al hospital, la ropa blanca es enviada en camiones a todos los centros de salud de atención primaria orientados a la comunidad de Parkland, al Centro de Atención de Urgencias y a las clínicas de Salud con Especializaciones para Mujeres y Niños de todo el condado de Dallas. El departamento proporciona también ropa blanca a las clínicas de especializaciones que se encuentran en el edificio de la Clínica Ambulatoria.
Todos los días, se lavan y planchan alrededor 5.250 sábanas que son utilizadas por más de 800 pacientes internados que reciben tratamiento diariamente en Parkland y en otras instalaciones del sistema del hospital. Todos los años, Servicios de Lavandería procesa 2948 toneladas de suministros para proporcionar ropa blanca a más de 1 millón de pacientes que son atendidos en Parkland.
“Nuestro mayor desafío es encontrar un equilibrio entre la necesidad de trabajar rápido y la necesidad de mantener una alta calidad. Tenemos que ser extremadamente rápidos y asegurarnos de que todo esté limpio y listo para distribuirse a tiempo pero también tenemos que garantizar la limpieza y seguridad de todos nuestros pacientes”, dijo Jay Dyck, director de Servicios de Lavandería en Parkland.
El proceso está prácticamente automatizado mediante el uso de enormes máquinas de lavado que tienen hasta 14 cámaras, cada una con una tarea diferente para los productos de limpieza; secadoras que pueden procesar cargas de 90 kilos y un sistema de reciclado que reutiliza alrededor de 37850 millones de litros de agua por año y que permite ahorrar no solo el agua sino también la energía ya que el reciclaje se realiza mientras el agua está todavía caliente.
Pero no todas las tareas están automatizadas.
En una diminuta esquina de esta enorme operación es posible encontrar una habitación pequeña en donde Phiefee Brooks se asegura cuidadosamente de que ninguna prenda o artículo de ropa blanca se desaproveche. Brooks es técnica de reparaciones e inspectora de ropa blanca en Parkland. En los viejos tiempos su cargo era conocido con el nombre de costurera. Solía haber tres empleados trabajando en su puesto. Ahora solo está ella.
Phiefee mira a su alrededor, a las pilas aparentemente aleatorias de batas, sábanas, mantas y otra ropa blanca en su lugar de trabajo que se encuentran junto a las tres máquinas de coser y una Serger y dice firmemente: “Yo sé exactamente dónde está todo y lo que tengo que hacer con cada una de estas prendas.”
“Mi trabajo consiste en determinar si una tela o una bata puede ser reparada o debe desecharse” afirmó Brooks. “Si puede ser reparada, le coloco un parche, la coso o la corto para que pueda volver a usarse.”
Brooks ha cosido y reparado prendas y ropa de cama de Parkland durante casi 26 años. Para ella, trabajar en Parkland es una tradición familiar ya que dos de sus hermanas son también empleadas que llevan muchos años trabajando en Parkland. Una de sus hermanas, Kathie Brooks, es jefa técnica en Servicios Ambientales y la otra, Willie Cofer, es supervisora administrativa en Radiología.
Brooks dijo que comenzó a trabajar en Parkland en la limpieza pero dijo que le encantaba coser. Eventualmente fue asignada al sector de reparaciones de la Lavandería. Ella nos dijo que le encantaba coser desde que estaba en la escuela secundaria.
“Me encanta reparar las cosas y asegurarme de no desechar nada que pudiera servir”, dijo. Si hay algo que ya no puede usarse en la habitación del paciente, puede convertirse en uno de los miles de trapos que se utilizan para limpiar el hospital y las clínicas.
Además de reparar las montañas de ropa blanca que llegan hasta su sala de costura todos los años en ocasiones, ella fabrica también prendas especiales. Cuando las batas comunes del hospital no son del talle adecuado, Brooks hace una especial. Ella cose fundas para los enormes carros que se utilizan para transportar la ropa y las sábanas sucias y limpias entre el departamento de Servicios de Lavandería y el nuevo hospital de Parkland. Ella llegó incluso a coser las primeras cortinas anticontaminación que se colgaron afuera de la antigua sala de emergencias de Parkland hace muchos años.
En una ocasión, Brooks llegó también a reparar ropa que se había roto de miembros del personal para que no tuvieran que ir a cambiarse a la casa y pudieran volver a trabajar lo antes posible.
“Pero mi primera preocupación es el paciente”, dijo Brooks. “Me parece que así como a mí no me gusta ver algo que está roto o que no luce bien, al paciente tampoco le gustará”.
Dyck afirmó que Brooks fue siempre invaluable para el departamento.
“El trabajo que realiza Phiefee para nuestro departamento no tiene precio”, dijo Dyck. “Ella es extremadamente meticulosa examinando la enorme cantidad de ropa blanca que es necesario inspeccionar para determinar si puede recuperarse y repararse y haciendo luego lo necesario para recuperarla”.
Si desea más información sobre Parkland, visite www.parklandhospital.com/es