Posted: 2/19/2018
Febrero es el mes de la concientización sobre el tema
DALLAS – Rylee Adams, de 4 años, de Dallas, es una niña extrovertida a la que le encanta jugar y hablar con sus muñecas. Aunque sus palabras son fuertes y claras ahora, no siempre fue así. Las infecciones de oído constantes afectaban su desarrollo del habla, según indicó su abuela Dione Jones, de 47 años, de Dallas, quien no es ajena a las infecciones pediátricas del oído: toda su familia las padece. Tanto Rylee como Darrius, el hijo de Jones, pacientes de Parkland Health & Hospital System, necesitaron tubos en los oídos para tratar las frecuentes infecciones.
“Observé muchos de los síntomas de Rylee en mi hijo hace unos 20 años. Ella siempre tiraba de sus orejas o decía que dolían. A veces, tenía secreciones,” dijo Jones.
Rylee no es la única. Los problemas de oído, nariz y garganta son la razón principal por la que los niños visitan a sus pediatras. Aunque febrero es el mes de la salud del oído, la nariz y la garganta (ENT por su abreviación en inglés), los médicos de Parkland quieren armar a los padres con conocimientos para tratar estos problemas de salud comunes durante todo el año.
Las condiciones y los trastornos ENT varían desde infecciones sinusales, congestión nasal y ronquidos hasta oído de nadador y dolores de garganta. “Ahora la sinusitis es la razón principal de las visitas pediátricas,” dijo Barbara Durso, MD, jefa de médicos de la clínica Oak West Health Center de Parkland.
La sinusitis es una inflamación de los senos nasales generalmente causada por infecciones virales. Los senos nasales de los niños no están completamente desarrollados, y esto los hace propensos a padecer infecciones. “Los niños en las guarderías infantiles o aquellos con un sistema inmune débil son muy propensos a contraer infecciones sinusales, y puede ser difícil diagnosticarlas porque los síntomas suelen estar relacionados con resfriados comunes o alergias,” indicó la Dra. Durso.
Algunos de los síntomas relacionados con la sinusitis son un resfrío que dura más de 10 días, fiebre leve, secreción nasal verde amarillenta espesa, dolor de garganta, tos, fatiga e hinchazón alrededor de los ojos.
Las infecciones de oído son otra causa común de las visitas al pediatra, y están clasificadas según la parte del oído que se ve afectada.
Las infecciones del oído externo, también conocidas como oído de nadador, suelen producirse por la exposición a la humedad. Ocurren cuando la piel del canal auditivo se infecta e inflama. Los síntomas pueden ser, entre otros, picazón, enrojecimiento, inflamación, malestar, dolor, secreción (pus o líquido) y audición disminuida.
Las infecciones del oído medio, el tipo que los médicos ven con mayor frecuencia, ocurren cuando se acumula líquido detrás del tímpano y suelen ser causadas por bacterias. “Las infecciones del oído medio suelen producirse por otra enfermedad, como infecciones de las vías respiratorias superiores o alergias,” dijo la Dra. Durso.
Los síntomas comunes de las infecciones del oído medio son, entre otros, secreciones de líquido, tironeo de una o ambas orejas, problemas de equilibrio y fiebre.
“Muchas veces, las infecciones desaparecen por sí solas; pero en algunos casos, se convierten en un problema crónico que puede requerir la inserción de tubos para los oídos,” indicó la doctora.
“La herencia es un gran factor de riesgo cuando hablamos de las infecciones de oído. Cuando era pequeña, quizás tuve alguna infección. Mi esposo tenía infecciones de oído constantes y le colocaron tubos en los oídos cuando era bebé. A mi suegro le colocaron tubos a los 80 años porque siguió teniendo infecciones. Claramente, algo anda mal en su familia,” bromeó la Dra. Durso.
Los tubos para los oídos no son la única solución para las infecciones de oído. Las vacunas antineumocócicas, utilizadas para prevenir las infecciones causadas por la bacteria streptococcus pneumoniae, también ayudan a prevenirlas.
“Las vacunas como PCV13 o Prevnar 13® que previenen afecciones como la meningitis, las infecciones del torrente sanguíneo y las enfermedades neumocócicas, en realidad, han ayudado a frenar la cantidad de casos de infección de oído que vemos,” dijo la Dra. Durso.
La Dra. Durso brinda los siguientes consejos para promover la salud ENT infantil:
• No fume cerca de sus hijos.
• Anime a todos en su hogar a lavarse las manos.
• Tenga cuidado con las partes pequeñas de los juguetes, las pilas de botón y las piezas magnéticas pequeñas.
• No use hisopos de algodón. A veces, pueden empujar la cera e incluso perforar el tímpano.
• No ignore los ronquidos de sus hijos. En ocasiones, los ronquidos pueden ser normales debido a la congestión nasal; pero los ronquidos todas las noches o las pausas en la respiración (apnea) pueden tener un efecto significativo en la salud y calidad de vida de sus hijos provocando dolores de cabeza, afectando la capacidad de atención y el rendimiento académico, y causando posibles problemas de salud.
• Asegúrese de que sus hijos tengan las vacunas al día
La Dra. Durso recomendó que los padres busquen ayuda médica cuando sus hijos tengan secreciones del oído con pus o sangre, si una infección de oído previamente diagnosticada no mejora o si un bebé menor de 3 meses tiene fiebre.
“Si no se tratan adecuadamente, las infecciones de oído pueden provocar problemas del habla o del comportamiento, o incluso la pérdida de la audición. Por eso es importante controlar de cerca los síntomas para determinar si es necesario visitar al médico,” indicó.
“Cuando mi hijo tenía problemas de habla y no sabíamos qué los causaba, fue aterrador. Después de que le colocaron los tubos para los oídos, oh, comenzó a hablar muchísimo. Gracias a Parkland, veo el mismo tipo de evolución en Rylee,” dijo Jones.
Para obtener más información sobre los servicios en Parkland, visite www.parklandhospital.com.