Posted: 6/3/2019
‘Aprendí a vivir, no solo a sobrevivir’
Han pasado más de dos décadas desde que Ketrick “KeeKee” Jordan asistió por primera vez al campamento de Parkland Health & Hospital System para niños con lesiones por quemaduras. Pero este año espera con entusiasmo la primera semana de junio para reunirse con otras personas como él. Después de todo, el campamento es un lugar libre de miradas y preguntas, y un refugio donde los niños pueden ser simplemente niños.
Jordan tenía solo 10 años cuando resultó gravemente quemado en un incendio que cobró la vida de sus hermanos, hermanas y una sobrina, y que lo dejó como el único sobreviviente. En los años posteriores al incendio en 1988, Jordan se sometió a varias operaciones, incluida la amputación de ambas piernas y la extracción de las puntas de tres dedos sobre el primer nudillo de la mano izquierda. Hoy, con 41 años de edad, si bien las piernas prostéticas le han permitido volver a caminar, a menudo, debido a sus lesiones por quemaduras, le resulta más fácil usar una silla de ruedas.
Jordan, quien asistió al campamento hasta los 18 años de edad y que, como él mismo cuenta, “Me echaron por mi edad,” ahora regresa al Campamento I-Thonka-Chi, que en idioma Choctaw significa “un lugar que te convierte en alguien fuerte o valiente, sin miedo a enfrentar la vida,” por primera vez desde los 90. Celebrado en el Campamento John Marc cerca de Meridian, Texas, el campamento de Parkland está celebrando su 28° aniversario. Se espera que más de 70 campistas asistan al campamento de este año, que se extenderá desde el domingo 2 hasta el viernes 7 de junio.
“El campamento me ayudó en muchos momentos difíciles. Era joven, había sufrido una doble amputación,” dijo Jordan. “Solía estar enojado, triste, y no sabía cómo ‘sentirme’. Lloraba mucho. Pero los consejeros y los otros campistas me ayudaron un montón. Es por eso que estoy deseando con ansias volver esta vez como consejero.”
Jordan cuenta que no solo los niños esperan con ansias el campamento de una semana de duración. Los adultos se convierten en niños de corazón, ya que también participan en los paseos a caballo, canotaje, natación y tiro con arco, entre otras actividades que se llevan a cabo desde el amanecer hasta el anochecer. “Estoy ansioso por ver sonrisas dibujadas en el rostro de todos, por participar y, lo que es más importante, por poder retribuir,” expresó.
Donna Crump, Gerenta de Terapia Física de Parkland, y Cofundadora y Directora del Campamento I-Thonka-Chi, coincide.
“Hemos tenido consejeros y chaperones que han regresado año tras año para estar con los niños durante el campamento,” comentó Crump. “Todos lo esperan con ansias y muchos planean sus vacaciones para venir al campamento. Es realmente difícil describir el impacto que el Campamento I-Thonka-Chi tiene sobre las personas, tanto emocional como espiritualmente. Es algo que dura toda la vida.”
Ser voluntario y retribuir es algo que Jordan atesora en su corazón, ya que dice que le debe mucho a aquellos que lo acompañaron a él durante los tiempos difíciles. Ahora, dice Jordan, “No solo sobrevivo: vivo”. También ha escrito un libro, ‘Still Standing: A true life story of Ketrick Jordan’ (Aún sigo en pie: la historia de vida de Ketrick Jordan), que espera inspire a los demás. Disponible en Amazon, el libro narra el dolor y las limitaciones físicas que Jordan pudo superar y cómo siguió viviendo la vida al máximo.
“Aunque hubo momentos en que pensé que las circunstancias me afectarían, llegó un punto en el que me di cuenta de que tenía que atravesarlas y vencer el dolor. Como resultado, dijo, “Le he dedicado mucho tiempo a vivir. Por eso es tan importante compartir lo que he aprendido con los demás.”
I-Thonka-Chi les da la bienvenida a los niños de 6 a 18 años y, a diferencia de algunos otros programas de caridad, no está financiado por una organización nacional. Los niños pueden asistir de forma gratuita gracias a las generosas donaciones de los empleados Parkland y donantes de la zona. El Campamento John Marc también ayuda con la recaudación de fondos para que más niños puedan asistir. Durante estos eventos de fines de semana, los campistas construyen amistades, mejoran sus habilidades sociales y simplemente se divierten sin recordar sus cicatrices o lesiones.
Establecido en 1962, el Centro Regional de Quemados de Parkland brinda atención a más de 1,800 pacientes por año. Esta unidad integral de quemados, que proporciona servicios al norte de Texas y sus alrededores, es uno de los apenas 74 centros de quemados verificados en América del Norte y el único en el norte de Texas, y ofrece todos los servicios desde el tratamiento de emergencia hasta los cuidados intensivos, rehabilitación y atención de seguimiento ambulatoria.
Para obtener más información sobre el Campamento I-Thonka-Chi o para hacer una donación, visite Parkland Burn Camp. Para obtener más información sobre los servicios disponibles en Parkland, visite www.parklandhospital.com