Posted: 6/17/2019
Las estrategias de manejo del estrés ayudan a las familias a enfrentar la situación
La actriz Bette Davis una vez dijo la célebre frase, “La vejez no es lugar para los cobardes.” Para los millones de estadounidenses y familias que lidian con la enfermedad de Alzheimer o con los distintos tipos de demencia relacionados con esta enfermedad, estas palabras nunca fueron tan atinadas.
Durante el Mes de concientización sobre la salud del cerebro que se celebra en junio, los expertos de Parkland Health & Hospital System sugieren qué hacer para disminuir el riesgo de desarrollar demencia y brindan estrategias para ayudar a las familias de pacientes con demencia a enfrentar esta difícil situación.
“Las personas con demencia grave pueden pasar de actuar y hablar normalmente en un momento a estar desorientadas o confundidas al siguiente,” explica Raja Paspula, MD, jefe médico en el Geriatrics and Senior Care Center de Parkland. “Puede ser una situación frustrante para las familias y los cuidadores porque la enfermedad hace que las personas se comporten de manera impredecible. Ya no tienen buen criterio ni controlan sus impulsos, por lo que pueden actuar de manera inapropiada o incluso ponerse a sí mismos o a otros en riesgo de sufrir lesiones.”
Según National Institutes of Health, las personas con demencia tienen problemas significativos en su función cognitiva, o sea, en su capacidad de pensar, recordar o razonar, lo que interfiere con las actividades y las relaciones normales. También pueden perder su capacidad para resolver problemas y controlar sus emociones, y algunas veces pueden tener cambios de personalidad y problemas de comportamiento. La demencia no es una enfermedad, sino el término general para estos síntomas.
La mayoría de las veces, la causa de la demencia es una enfermedad neurodegenerativa. Las afecciones neurodegenerativas más comunes que causan demencia son la enfermedad de Alzheimer, la demencia vascular, la demencia con cuerpos de Lewy, la demencia frontotemporal, la enfermedad de Huntington y otras afecciones. La enfermedad de Alzheimer es la causa más común de la demencia y representa aproximadamente el 70 % de los casos.
Se estima que 5.7 millones de estadounidenses padecen demencia. Se prevé que el número crezca de manera exponencial, con proyecciones que calculan que para del año 2060, 13.9 millones de estadounidenses de 65 años o más serán diagnosticadas con enfermedad de Alzheimer o demencias relacionadas.
La demencia es una condición temida, pero no inevitable, del proceso de envejecimiento. Según la Asociación de Alzheimer, la edad y la herencia son factores de riesgo clave que no se pueden cambiar, pero la causa de hasta el 35 % del total de las demencias son factores de riesgo modificables.
“Un estilo de vida saludable puede reducir significativamente el riesgo de padecer demencia,”afirma el Dr. Paspula. “El tabaco, la hipertensión, la obesidad, la falta de actividad física, la diabetes y el consumo excesivo de alcohol pueden aumentar las probabilidades de desarrollar demencia. Cuidar del cuerpo también es bueno para el cerebro. Si lleva una dieta saludable, maneja su estrés y su peso, controla su colesterol y su presión arterial, no fuma y hace ejercicio regularmente, puede reducir el riesgo de padecer diversas enfermedades graves, incluida la demencia.”
Ayudar a los cuidadores y familias a lidiar con la enfermedad puede ser complicado porque a menudo el paciente no tiene conciencia de que tiene una discapacidad.
“No siempre podemos convencer a nuestros padres o seres queridos de los síntomas de demencia que vemos,” puntualiza Chiffon Kinney, RN en los Servicios de Atención Geriátrica de Parkland. “La negación de la demencia por parte de los padres puede hacer que los hijos adultos no quieran confrontar a sus padres para hablar sobre asuntos financieros, legales o médicos importantes o a la hora de tomar medidas para garantizar su seguridad quitándoles las llaves del auto o retirando las armas de la casa. En estos casos, a menudo organizamos reuniones familiares con el médico y el equipo médico para ayudar al paciente a comprender la demencia y aceptar la ayuda de un cuidador.”
Kinney realiza visitas domiciliarias a algunos pacientes de Parkland que padecen demencia para evaluar su situación de vida, incluida su capacidad para administrar medicamentos, realizar tareas de la vida diaria y vivir de manera segura en su hogar. También imparte clases sobre demencia en las clínicas de Parkland o en el hogar, en caso de que los cuidadores que no puedan asistir a las clases.
“Aconsejamos a las familias que se centren en lo que deben hacer para mantener a sus padres sanos y seguros. Aprender sobre la enfermedad puede ayudar a las familias a lidiar mejor con las frustraciones y los aspectos perturbadores relacionados con el cuidado a su ser querido,” agrega.
Algunas pautas que los expertos de Parkland ofrecen sobre lo que se debe y no se debe hacer a la hora de lidiar con un comportamiento derivado de la demencia son:
• Acciones o formas de hablar agresivas: recuerde que las acciones de su ser querido no son intencionales. Muchas veces estos comportamientos son provocados por la incomodidad física, el miedo o estar en una situación incómoda. Intente identificar la causa y luego cambie el enfoque, y mantenga la calma en todo momento. No se involucre en una discusión.
• Confusión sobre el lugar o el tiempo: ofrezca explicaciones y recordatorios simples, y trate de que se sientan seguros. No dé largas explicaciones ni inicie debates.
• Falta de juicio: evalúe el problema y brinde aliento o ayuda. No cuestione la capacidad de la persona para manejar el asunto ni discuta con ellos, ya que esto puede hacer que se enojen o se pongan a la defensiva.
Otros consejos que Kinney y el Dr. Paspula consideran eficaces son:
• Pregúntele a su ser querido acerca de sus preferencias y tómelos en consideración
• Evite las luchas de poder
• Haga preguntas simples y directas que puedan responder fácilmente
• Comuníquese de manera asertiva, no agresiva
• Evalúe la actitud que usted toma: ¿está empeorando las cosas?
• Concéntrese en los aspectos positivos: anime a sus padres a hacer lo que aún pueden hacer bien
• Escúchelos y preste atención a las señales visuales que le da su ser querido
• Sea flexible y esté dispuesto a ceder; intente resolver disputas o problemas de forma creativa
• Sea paciente con usted mismo y con su ser querido
Para obtener más información sobre los servicios disponibles en Parkland, visite www.parklandhospital.com